Dra. Ana Victoria Suescún Torres: Los científicos tenemos que trabajar en cómo acercarnos más a la comunidad

Ana Victoria Suescún es Dra. en microbiología y genética y participó como mentora en los talleres de AportaCiencias.
Sebastián Ampuero, Ciencia en Chile. AportaCiencias es una iniciativa desarrollada por la por un equipo multidisciplinario del Campus Patagonia de la Universidad Austral y financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad del Gobierno Regional de Aysén. Para su desarrollo llevan a cabo diferentes mecanismos donde se generan espacios de aprendizaje para promover el desarrollo de habilidades en ciencias y tecnología en niños, niñas y jóvenes.
Ana Victoria Suescún es una investigadora colombiana que se encuentra desarrollando un estudio postdoctoral con la Dra. Leyla Cárdenas de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile. A través de ella ingresó al proyecto AportaCiencias, donde participó como mentora en uno de sus talleres sobre microorganismos con jóvenes entre 13 y 17 años de la Región de Aysén. Conversamos con ella para conocer más sobre la experiencia de trabajar en AportaCiencias.
Bueno Victoria, sabemos que a través de la Dra. Leyla Cárdenas ingresaste a esta iniciativa, pero ¿Cómo llegaste a trabajar con ella?
Yo soy colombiana y en mi país estudié Microbiología, luego hice mi doctorado en microbiología y genética en la Universidad de Texas, USA y desde allá me vine a trabajar a Chile en mi investigación postdoctoral. Leyla Cárdenas es una de las pioneras en el trabajo con organismos invasores acuáticos en Chile y tiene varios trabajos relacionado a ello, por eso me interesó mucho trabajar con ella y ya conocía su trabajo, ella me contactó con el equipo de AportaCiencias y se dio todo de muy buena manera, yo estaba muy interesada en trabajar en algo de este estilo.
Para conocerte mejor ¿Nos podrías contar en qué trabajas específicamente en tu investigación?
En específico trabajamos con el Didymo (Didymosphenia geminata) que es una microalga que se encuentra en lagos y ríos del sur de Chile y es altamente invasiva y peligrosa. Yo veo la parte de la genética molecular, en términos más sencillos trabajo con la ecología microbiana asociada a la proliferación de la microalga, como encontrando los factores que favorecen a la invasión de esta especie en Chile.
Mencionaste que estabas muy interesada en trabajar en algo de este estilo ¿Por qué?
Bueno, uno de mis intereses como científica, a parte de la curiosidad que despiertan mis investigaciones y de aprender más sobre ello, es también cómo podemos enseñar y comunicar lo que estamos investigando o aprendiendo. Creo que a lo largo de mi carrera he sentido que estos aspectos, de la investigación y del comunicar lo investigado, funcionan muchas veces en veredas separadas y una persona que normalmente no se maneja con la terminología científica o tecnológica le costará entender de lo que nosotros hablamos. Siempre he pensado en que los científicos tenemos que trabajar en cómo acercarnos más a la comunidad, este interés aumenta cuando pienso en los jóvenes u adolescentes que están atravesando esa etapa de la vida donde empiezan a pensar en qué les gustaría hacer o de qué manera se podrían desenvolver durante su vida adulta. Me gusta saber que puedo contribuir de alguna manera en esa etapa.
¿Habías trabajado en algo como esto anteriormente?
En Colombia participé en un programa muy parecido que se llama Clubes de Ciencia y que funciona en todo Latinoamérica, en esa oportunidad también trabajé con niños entre 14 y 17 años de edad donde uno colabora con el desarrollo de la vocación, lo cual encuentro que es una tremenda oportunidad para los jóvenes, pero también para nosotros. La diferencia fue que en esa ocasión fue todo de manera presencial.
¿Cómo resultó el realizar estos talleres en plena pandemia?
Bueno, siento que para trabajar en las mentorías de AportaCiencias la pandemia ayudó un poco, ya que si los cursos no hubiesen sido a través de conexión remota creo que se me hubiese hecho muy difícil ser mentora presencial en Aysén de ellos. Al momento de ingresar al programa me di cuenta de inmediato de lo atentos y adaptados que estaban con cada detalle para llevar las mentorías de la mejor manera posible a los jóvenes. Me gustó mucho también que las áreas de los talleres sean tan diversas, incluso yo pude aprender mucho de otras disciplinas y encuentro que eso para los jóvenes les expande las posibilidades de intereses sobre el conocimiento.
¿Los talleres desarrollados por científicos incluían experimentos? ¿Cómo fue o desarrollar estos a través de Zoom?
En ese sentido siento que hubo una gran preparación de parte de todo el equipo. Primero, preparábamos un diseño y libreto del taller con todo lo que incluiríamos, clases, experimentos, actividades, etc. Posterior a eso se coordinaba el envío de materiales para la realización de experimentos y actividades durante los talleres.
¿Fue muy difícil hacer estos talleres en modo a través de conexión remota?
Bueno, fue toda una experiencia nueva hacer un taller de ciencias de manera “online”, en ese sentido el equipo que está detrás del proyecto apoya muchísimo para ayudarte a que el diseño y resultado final del taller sea lo más dinámico y entretenido posible, con todos los desafíos que significa el hacerlo por vía Zoom.
Hablando sobre tu taller en específico, ¿Sobre qué trató?
Como yo soy microbióloga, enfoqué mi taller a hablar sobre microorganismos. El título del taller era: ¿Qué tenemos en común tú, yo y los microbios? El objetivo era en primer lugar desmitificar un poco eso que existe en la cultura popular que al momento de escuchar bacteria, microorganismo u hongos se asocia inmediatamente a algo negativo o a que son patógenos y ocasiones enfermedades. Entonces en ese sentido enfoqué mi taller a demostrar que sí es verdad que existen algunos que son patógenos y pueden ocasionar enfermedades, pero la gran mayoría de bacterias, microorganismos u hongos son benéficos para nosotros. Eso se los explique a través de la microbiota que tenemos en nuestro organismo y nos ayuda a estar saludables. Al final del taller, también vimos y analizamos material genético.
Para finalizar ¿Cómo fue el trabajar con puras mujeres que son quienes componen AportaCiencias?
Nunca había trabajado en un equipo exclusivamente con mujeres, pero este equipo es súper coordinado, los roles están muy bien establecidos y hay un orden que lo mantiene todo funcionando en orden. Encuentro que ha sido una tremenda experiencia el ver cómo funciona el desarrollo de AportaCiencias, incluso el ver cómo lograr mantener a los jóvenes súper entusiasmados en sus talleres que a veces pueden ser de 2 horas, luego de que ellos hayan estado todo el día en el computador en sus clases del colegio, demuestran el interés y dedicación que demuestran quienes componen este proyecto.
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