Suelos volcánicos podrían recuperar manto vegetal gracias a especies nativas

En el estudio se comparó el desarrollo de dos especies de proteáceas nativas chilenas, Gevuina avellana y Lomatia dentata.
Sebastián Ampuero, Ciencia en Chile. Chile, siendo un país relativamente pequeño en superficie, es de los 5 países con mayor cantidad de volcanes activos en el mundo, esto hace que cada 8-10 años ocurra una erupción de características relevantes en territorio nacional. De hecho, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) maneja un listado que actualiza regularmente con los volcanes que presentan mayor amenaza de erupción.
Las consecuencias de las erupciones pueden variar muchísimo. En Chile se define como volcán activo a los que se encuentran en un estado de latencia y que hayan tenido una erupción al menos en los últimos 11.700 años (Holoceno). De no tener el conocimiento o información de su última erupción, debe al menos presentar signos de actividad como desgasificación, sismicidad o deformación del terreno.
Si bien las erupciones representan un fenómeno perjudicial para las personas que viven aledañas a la zona de erupción, esto para los suelos no siempre suele ser así. Desde el punto de vista del desarrollo de los suelos, una erupción que deposite cenizas en su superficie puede representar un “rejuvenecimiento” del mismo, ya que esto podría generar un enriquecimiento de nutrientes, por supuesto, esto varía dependiendo de la cantidad y tipo de cenizas depositada. De hecho, en el inmediato, una erupción puede representar efectos negativos para la vegetación, pero con el tiempo se presentarían posibilidades de colonización de diversas plantas.
En este contexto, es que un grupo liderado por la Dra. Alejandra Zuñiga-Feest ha realizado diversas investigaciones relacionadas al uso de especies vegetales en diversos tipos de suelos. Recientemente, una publicación liderada por la académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Austral de Chile (UACh) y del programa de Doctorado en Ciencias Mención Ecología y Evolución, replicó en condiciones controladas, una simulación de cultivo en sustrato volcánico de dos especies de proteáceas nativas chilenas bajo distintas limitaciones nutricionales.
La Familia de las proteáceas son un grupo de plantas que presentan una serie de particularidades que las hace especiales. Una de esas particularidades, es que presentan raíces proteoídeas (RP), mayormente conocidas por su nombre en inglés “Cluster roots” (CR) o “raíces en racimo”. Estas CR son una adaptación que les permite mejorar sus condiciones de captación de nutrientes minerales en suelos con escaza disponibilidad de estos, o de baja fertilidad. En especial el fósforo que tiende a quedar retenido en suelos de origen volcánico.
Esta Familia se desarrolla exclusivamente en el hemisferio sur del planeta, algo bastante curioso de ellas es que en Australia hay más de 600 especies diferentes de proteáceas y en el sur de África podemos encontrar más de 300 especies diferentes de esta familia, sin embargo, en el sur de chile y Argentina, sólo encontramos 6 especies. Esto representa un enigma ecológico y evolutivo.
Para la realización de esta investigación se trabajó con el Avellano (Gevuina avellana) y Avellanillo (Lomatia dentata), las cuales han sido consideradas especies “fuera de lo común” a nivel mundial y que habitan el sur de Sudamérica.
Sobre la investigación

Raíces de Avellano en cultivo hidropónico.
Para llevar a cabo este estudio se recolectaron semillas de estas dos especies (Gevuina avellana y Lomatia dentata) en cercanías de la ciudad de Valdivia, las cuales fueron germinadas y cultivadas en invernaderos de la Universidad Austral de Chile en una mixtura de arena volcánica (recolectada en deposiciones volcánicas del Volcán Mocho Choshuenco) y perlita.
Se pretendía que al evaluar ambas especies, G. avellana presentaría mayores tasas de supervivencia, mayor rango de crecimiento relativo, mejor eficiencia del uso de nutrientes en términos fotosintéticos de Nitrógeno y Fósforo (PNUE y PPUE, respectivamente) y mayor tasa de exudación de carboxilatos bajo tratamiento de privación nutricional que L. dentata. Esto, debido principalmente a la capacidad que presenta el Avellano Chileno, en comparación con avellanillo para colonizar suelos volcánicos carentes de Nitrógeno y Fósforo.
Sin embargo, esta hipótesis no fue confirmada del todo. Si bien G. avellana demostró mejores indicadores en la mayoría de los puntos que se esperaba, L. dentata expuso mejores indicadores en la eficiencia del uso de nutrientes en términos fotosintéticos de Nitrógeno y Fósforo (PNUE y PPUE, respectivamente), es decir con muy pocos nutrientes fue capaz de realizar la misma fotosíntesis que avellano. Esta características se pudieron relacionar con la presencia de hojas más delgadas y en menos número, comparado con G. avellana, lo que típicamente ocurre en especies de bosque templado. También de manera inesperada L. dentata presentó alta tasa de exudación de carboxilatos (oxalato) sugiriendo un posible rol de éste en aliviar la presencia de Aluminio fitotóxico (Al3+) en este tipo de suelos
Finalmente, se concluye que las diferencias descritas en los análisis de esta investigación están asociados con los entornos en el cuales estas especies están presentes. En ese sentido, el Avellano Chileno podría habitar condiciones edáficas más diversas que el Avellanillo, y que incluso podría funcionar como especie pionera en sustratos volcánicos jóvenes.
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