Jorge Navarro Azócar, científico, con más de 39 años de experiencia en la ecofisiología. En la siguiente entrevista expone las fases esenciales de su aporte y desarrollo de la disciplina biológica que estudia la relación entre los organismos marinos y las condiciones ambientales alteradas.

Xaviera Hermosilla, Ciencia en Chile. La ecofisiología analiza los procesos y fenómenos fisiológicos de los organismos vivos frente a su ambiente natural, el cual está dominado por distintos cambios y transformaciones, producto de la acción del hombre o de la misma naturaleza.
El Dr. Jorge Navarro es Licenciado en Ciencias con mención en Zoología de la Universidad Austral de Chile (UACh), misma entidad en la que fue contratado el año 1981. Para el año 1982, junto con otros académicos, también recién contratados, conformaron el Centro de Investigaciones Marinas en la misma casa de estudios, y que, sin saberlo, más tarde se transformaría en la base para crear el Instituto de Biología Marina, la Escuela de Biología Marina y el Doctorado de Biología Marina que existe en la actualidad.
En el año 1986 viaja al extranjero a realizar un doctorado en Biología en la Memorial University of Newfoundland, en Canadá y lo finaliza el año 2000. Posteriormente durante los años 1995 y 1996 realiza un post-doctorado en Plymouth Marine Laboratory, Inglaterra. Finalmente, luego de su preparación académica regresa a su alma mater, la Universidad Austral de Chile, donde con más conocimientos inició sus primeras postulaciones a proyectos, uno de ello fue FONDECYT, de lo que sabía que sería un gran trabajo porque “son difíciles de ganar” expresó.
“Desde la simple relación que hay entre los organismos y el medio ambiente en su forma natural, como también en áreas como la marea roja”, trabajó en el área de la Ecofisiología abarcando una variedad de temas.
Actualmente el PhD en biología es investigador principal del Centro de Investigación Dinámica de Ecosistemas Marinos de Altas Latitudes (Centro IDEAL) el cual es parte del Fondo de Financiamiento de Centros de Investigación en Áreas Prioritarias (FONDAP). “Mi rol es dirigir, apoyar y desarrollar el área de la Ecofisiología. Estoy a cargo de un grupo superior a las 15 personas, entre los que se encuentran investigadores, post doctorantes, asistentes de investigación, tesistas, entre otros; tienen la tarea de analizar la adaptación de los organismos marinos frente al cambio climático”, tanto en la zona de Magallanes, como en la Antártica.
Con respecto al desarrollo de los estudios que se están llevando a cabo en este proyecto, Navarro señaló que “se intenta simular escenarios futuros de cambio climático que se proyectan para fin de siglo, la idea es ver cómo van a responder especies que son claves de la zona Antártica, como de la zona sub Antártica. Los resultados se han visto reflejados en las diversas publicaciones científicas y de divulgación de los distintos estudios relacionados con los diferentes temas”.
¿Cuáles son sus principales desafíos para el desarrollo de la Ecofisiología en Chile?
El científico asegura que se encuentra en un permanente desafío y que se basa en “poder entender a las especies claves, que cumplen un rol ecológico importante, saber cómo esas especies podrían ser afectadas por el cambio climático, o si es que van a resistir o quizás ser favorecidas.”
Una vez internalizado este desafío, señala como relevante “llegar a saber cuál será el impacto a nivel comunitario o de ecosistema del mar. No es un desafío fácil y en eso vamos trabajando, para saber lo que podría recurrir. Para saberlo se requiere crear lazos con gente que trabaja en ecología y biología molecular, entre otros, para ver la capacidad de adaptación de las especies. Por eso el Centro Ideal representa un centro multidisciplinario y con el estamos logrando reunir diferentes áreas de la ciencia para obtener resultados más integrales.
¿Qué es lo más complejo a la hora de realizar una investigación en terreno?
“Puede ser muy complejo cuando se requiere equipos de alto costo y no se cuenta con ellos, como muchas veces ocurre en estudios oceanográficos. En otros casos puede ser mas fácil, ya que se pueden realizar mediciones de respuesta de los organismos bajo las condiciones naturales donde habitan y en donde se puede conocer el efecto de diferentes factores ambientales sobre los organismos que se están estudiando. Podemos decir que en el área de la ecofisiología nuestra universidad cuenta con un equipamiento relativamente bueno, a nivel de los que podemos encontrar en países con mayor desarrollo.
Para usted ¿cuál ha sido el trabajo más significativo a lo largo de su trayectoria en las investigaciones científicas?
“Haber estudiado el efecto de las mareas rojas sobre organismos marinos, el ver como algunas especies son muy sensibles a la toxina paralizante de la marea roja, mientras otras no lo son tanto. Esto tiene mucho que ver después con el efecto que va a tener en los humanos cuando consuman estos organismos, ya que algunos van a ser muy peligrosos por los altos niveles de acumulación de toxinas (como los choritos) y otros sin embargo no (como la ostra chilena), pero para llegar a saberlo tuvimos que realizar numerosos estudios de laboratorio y de terreno.
Dentro de ese mismo proyecto de investigación vimos cómo era la capacidad de intoxicarse de una especie, cuantos días demoraban para ser tóxicos, y en algunos casos letales para el ser humano y cuánto tiempo demoran en eliminar la toxina y de esa forma estar disponible para que los productores/pescadores puedan extraer esos recursos y comercializarlos. Yo creo que este ha sido uno de los temas importante de haber desarrollado en conjunto con mi equipo de trabajo, que incluye a muchos estudiantes tesistas de pre y postgrado, además de los asistentes de investigación”.
Jorge Navarro, en su larga trayectoria profesional se nutrió de experiencias relacionadas con la ciencia que lo han posicionado como un académico de alto nivel. Ante esto, sus proyectos a futuro van enfocados en entregar los conocimientos y a trabajar en pos de entender cómo van a responder los organismos marinos frente a las alteraciones que están experimentando los océanos, producto del cambio climático, como es el caso que estudia actualmente en la región Antártida y de Magallanes.