Paola Salas Rivas, Doctora en Salud Pública: “Aunque haya desarrollo médico, pero no esté disponible para todos, vamos a seguir con problemas asociadas a enfermedades infecciosas”

1346

Se desempeñó por más 15 años en el sistema público, en la Atención Primaria, y en la actualidad encabeza un Núcleo de Investigación y Transferencia Tecnológica de las Ciencias de la Salud, en conjunto con la Universidad de La Serena (ULS). Paola Nieves Salas Rivas es Doctora en Salud Pública y Magíster en salud pública con mención en Epidemiología, y su estrecho vínculo con el sistema de salud del país lo ha realizado desde el desarrollo de la Ciencia en regiones.

Para la doctora en Salud Pública, debido a las diversas variantes del COVID-19, es relevante tener que contar con nuevas vacunas considerando las mutaciones. Foto de August de Richelieu en Pexels

Epidemiología clínica, investigación en cáncer cérvico uterino, enfermedad de Chagas e incidencia de COVID-19 en Chile. La académica del Departamento de Enfermería de la Universidad de La Serena también ha estado conectada con la pandemia a nivel profesional, ya que es secretaria nacional de la Sociedad Chilena de Epidemiología de Chile y miembro del Comité Ético Científico y de la Comisión Vigilancia COVID-19 ULS.

  • ¿A qué aspectos específicos, de las distintas variantes vinculadas al COVID-19, la Ciencia debe poner mayor énfasis?

El problema es que, como el COVID-19 tiene tantas variantes es muy difícil hacer una sola vacuna, y por lo mismo, lo más probable es que se van a tener que desarrollar vacunas para varias variantes. También es importante señalar que las variantes van a seguir existiendo mientras exista transmisión del virus. Dicho de otro modo, se podrían eliminar las variantes, si la gente dejase de transmitir el virus a otros.

  • Ahí se cortaría la cadena de transmisión…

Claro, y ahí no habría más variantes. Pero mientras eso no pase, lo que hace el virus SARS-CoV-2 es evolucionar. Es decir, va cambiando, va mutando para tener las condiciones más adecuadas para ingresar al organismo de las personas.

  • ¿Cómo la Epidemiología sugiere “convivir” con esta nueva realidad pandémica? ¿Cómo entender las enfermedades infecciosas?

Tenemos que aprender a vivir con ellas. La única enfermedad que ha avanzado en su erradicación en el mundo es la poliomielitis [comúnmente llamada polio, y causada por el virus de la poliomielitis], aunque incluso hay países donde aún sigue habiendo. Solo se han erradicado la peste bovina y la viruela.

  • ¿Y hay acciones que podrían evitar el surgimiento de nuevas epidemias o pandemias, como el COVID-19?

Por supuesto. Cerca del 33% de los cambios, a consecuencia del Cambio Climático, han registrado un aumento desde 1990 a la fecha, y eso repercute en las enfermedades que tenemos, porque se producen desequilibrios en el Medio Ambiente, y las enfermedades infectocontagiosas son las que más empiezan a resurgir o emerger.

  • El comportamiento humano es clave…

El cambio en el comportamiento de las personas es necesario. Además, un gran componente es la falta de integración mundial para solucionar los problemas, donde, por ejemplo, no todos tienen acceso a la vacuna. El 2% de los países pobres, recién están vacunados, mientras que en Chile el 89% de vacunados posee la segunda dosis, y vamos para la tercera. Por lo tanto, aunque haya desarrollo médico, pero este no esté disponible para todos, vamos a seguir con los problemas asociadas a enfermedades infecciosas como el COVID-19.

  • ¿Considera que estos cambios deben incluir al mundo político?

El mundo político del área de salud ha perdido la oportunidad de comunicar el riesgo (credibilidad). Y cuando se pierde la confianza es muy difícil recuperarla. Ahora creo que esto también está influenciado por la historia de cada uno de los habitantes, y la relación que ellos mismos han tenido con nuestro sistema de salud. La falta de beneficios también es un aspecto muy importante que incide en la falta de confianza. En las personas y en el sistema.

aola Salas Rivas es doctora en Salud Pública y en la actualidad encabeza un Núcleo de Investigación y Transferencia Tecnológica de las Ciencias de la Salud, en conjunto con la Universidad de La Serena (ULS).

Para Paola Salas, su línea de investigación enfocada en la enfermedad de Chagas (o tripanosomiasis americana) ha marcado uno de los puntos más significativos en su carrera científica: “Cuando terminé el artículo que hice, demostré que el 49,37% de la población que muere por Chagas en nuestro país es de la región de Coquimbo”, advierte.

La Doctora en Salud Pública destaca su participación en la mesa de trabajo que busca trabajar por la eliminación de enfermedades en los próximos 10 años. Ahí en Chagas transplacentario, es decir, la infección producida desde la placenta de una madre infectada, al feto en formación, está entre las prioridades 2030: “Ese fue el logro más importante de mi vida científica”, recuerda.

Entre sus proyectos se encuentra el estudio del Chagas en los trabajadores rurales. Conocer si la infección producida por el parásito Trypanosoma cruzi, presente en los insectos como vinchucas y chinches, se transmite a este grupo de personas. En un contexto donde las cifras internacionales advierten que hay entre 6 y 7 millones de personas infectadas por Chagas en el mundo, la mayoría de ellas presentes en América Latina, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por: Carlos Cáceres, Rolando Donoso y Agustín Orellana

Estudiantes de pregrado Universidad Andrés Bello.

Edición periodística: Teresa Vernal y Nadia Politis

*Entrevista realizada en el marco del proyecto de colaboración «Más mujeres en Ciencia», de la Universidad Andrés Bello y la SEREMI de Ciencia Macrozona Centro, perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación del Gobierno de Chile, con el objetivo de incentivar a estudiantes universitarios de pregrado a desarrollar Comunicación Pública de la Ciencia.