Integridad científica: la importancia de avanzar en buenas prácticas y procedimientos
El Comité de Integridad Académica y la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado de la Universidad, realizaron un encuentro con especialista internacional.
Los principios que conforman el Sello Identitario de la UCSC tienen un ejemplo de acción en una de las áreas más relevantes de una Universidad: la actividad científica y la generación de nuevo conocimiento. Este fue el foco del webinar realizado por el Comité de Integridad Académica y la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado a través de la Dirección de Investigación de la Casa de Estudios, y que contó con el expositor Dr. Sergio Litewka, académico argentino especialista en la materia.
El Rector, Dr. Cristhian Mellado, recalcó que la publicación de artículos científicos es una de las actividades que más prestigio entrega en el ámbito universitario, y conforma referentes en distintas disciplinas. Es además una acción que tiene tal relevancia, que está considerada en el Plan de Desarrollo Estratégico PDE institucional. “Es primordial el resguardo de espacios de análisis y de reflexión en torno a la ética” especificó, agregando que las buenas prácticas cobran relevancia para que la actividad sea responsable, asegurar la integridad del proceso, y la propiedad de los resultados, que requieren compromiso institucional y entre pares, lo que es importante no solo para los investigadores, sino también para los futuros profesionales.
Dr. Sergio Litewka, médico por la Universidad de Buenos Aires y Máster en Salud Pública por la Universidad del Salvador, Argentina, señaló que trabajar en integridad científica no es una idea nueva, pero es más novedosa en América Latina, y Chile podría ser pionero en el área. En países industrializados, agregó, las preocupaciones llevan bastante tiempo, no solo en revistas especializadas, sino también más masivas ante las dudas que se generan en torno a la verosimilitud de lo que se lee, por una creciente desconfianza ante la tarea científica, y por las manipulaciones de parte de tendencias políticas para justificar alternativas terapéuticas o conductas de salud pública. No obstante, dijo Litewka, “la integridad científica es mucho más que preocuparse de las malas prácticas de la actividad científica”, ya que también implica enfocarse en la calidad, la metodología y los resultados.
El especialista – director del Capítulo Internacional del Instituto de Bioética y Políticas de Salud de la Universidad de Miami, que es centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en ética y políticas sanitarias-, se refirió a conceptos generales, como la ética de investigación y la integridad científica en sí, como dos caras de la misma moneda. Si bien en esta última no existe una definición consensuada o definitiva, se pueden reconocer cuatro principios: honestidad, rigor, transparencia, y cuidado y respeto, sumando franqueza, rendición de cuentas, imparcialidad y objetividad, libertad para investigar, reciprocidad, progreso y competencia basadas en el mérito.
Sobre las malas conductas científicas, el académico indicó que hay aspectos que van desde la personalidad, a materias como los incentivos institucionales, la existencia o no de normas claras y adherencia a las mismas, el ecosistema y hábitos de la institución (cultura), y el riesgo/beneficio de la transgresión. Asimismo, realizó un análisis sobre procedimientos efectuados en otros países como ejemplos de vías para promover la integridad científica en Estados Unidos, Francia, Dinamarca, Inglaterra y Argentina, México, Perú.