Gabriel León: “La pregunta es cómo educamos a las audiencias para que entiendan que no toda la información que consumen es cierta”

Por Victoria Martínez Antipa | vicmaran@alumni.uv.es Gabriel León es un destacado divulgador y comunicador científico chileno. Es biólogo celular y apasionado por contar historias a través de distintos formatos y plataformas, incluidas las redes sociales. Es conductor del programa Rockstars en la radio www.txsplus.com y autor de diez libros de divulgación científica para diferentes públicos, los que han sido editados en Chile, Perú, México, Estados Unidos, España y República Checa. Es anfitrión del podcast La Ciencia Pop, el podcast de ciencia más escuchado en Chile.
¿Cuál es tu visión respecto a las redes sociales hoy en día y su relación con la divulgación y la comunicación científica?
Yo creo que soy parte de la opinión generalizada de que es, por un lado, una gran oportunidad porque democratizó el acceso a audiencias que antes no existían. Antiguamente uno tenía que trabajar en un periódico, en una radio o en un canal de televisión para poder acceder a audiencias y, hoy, a través de un canal de YouTube, una cuenta en Twitter, una cuenta en TikTok o un podcast, también puedes hacer audiencias.
Por lo tanto, la tecnología y la masificación en el acceso a esa tecnología ha generado espacios que son una oportunidad gigantesca para que la comunicación de la ciencia llegue a distintas audiencias y, además, desde distintos puntos de vista, no solo desde la mirada del periódico o del canal de televisión sino que, por ejemplo, de la científica o el científico que produce conocimiento y que desde su rol como productor de conocimiento se comunica sin intermediarios directamente con la audiencia y eso muy interesante.
Según tu experiencia ¿Cuáles son los elementos negativos o más desafiantes en este ámbito?
Estamos enfrentados a la paradoja de que todavía estamos acostumbrados a que leer, es aprender y eso dejó de ser cierto porque puedes leer todo el día y no aprender absolutamente nada porque todo lo que leíste es basura. Entonces la pregunta es cómo educamos a las audiencias para que entiendan que no toda la información que consumen es cierta. La respuesta evidente no es que todos tienen que ser científicos, la respuesta es que desde el punto de vista de la educación tenemos que entender, desde muy pequeños, que nuestra forma de interactuar con la información es distinta y si yo no entiendo cómo funciona la tecnología y las cosas que se pueden hacer, voy a navegar en un mar que se mueve mucho, a oscuras y sin brújula.
¿Hay un balance entre lo positivo y lo negativo de las redes sociales?
Creo que hay más cosas positivas que negativas, pero tengo la sensación de que las cosas negativas requieren que la audiencia entienda bien cómo funcionan estos nuevos medios y que, por lo tanto, además tengan una actitud crítica frente a la información que están consumiendo.
Como creador de contenido, ¿es un desafío para ti el tema de desmentir información falsa, por ejemplo?
Es imposible dedicarse a desmentir cada mentira que hay en internet. Vale mucho más la pena educar al público para que cada uno solo sepa cómo interactuar. ¿Por qué no incorporar en la enseñanza formal herramientas que nos permitan interactuar con las fuentes de información cualquiera que esta sea? Tengo la sensación de que nuestro sistema educacional tiene que darse cuenta de que el futuro de los niños de hoy será mucho más complejo que el nuestro y si tú no sabes cómo funciona la tecnología y que eso virtualmente se puede hacer ¿Cómo vas a lidiar con ese mundo? Entonces es importante que nuestros sistemas educacionales se hagan cargo de eso porque no son solo espacios para aprender a leer, escribir y formar trabajadores sino, también, para que brinden herramientas para poder vivir en el mundo.
¿Cómo visualizas este escenario que describes para comunicar temas científicos?
En mi caso personal mi abordaje para crear contenidos de ciencia en redes sociales, el interés de enseñar ciencia es casi secundario. Mi interés primordial es mostrar que la ciencia es una actividad humana, que es tremendamente entretenida y que se vincula con nuestras vidas más de lo que creemos y por eso me gusta mucho mezclar las historias que cuento con cultura popular, con música, con arte, con cine, con comida, con elementos de la cultura que las personas ya tengan incorporados.
Mi rol como divulgador o como comunicador científico es ese: estoy parado en un mundo en el que – después de haber tenido una formación científica profesional y profunda durante varios años – me permite, además, con herramientas comunicacionales juntar esos dos mundos. Toda la creación de contenido que hago ya sea en podcast, en redes sociales, en video, en Instagram, lo que sea, tiene que ir con esa lógica y de mostrar que detrás de la ciencia hay una complejidad que todavía no entendemos del todo y eso también es importante. La ciencia no es la verdad, eso es lo más importante para mí de transmitir. La ciencia es una forma que tenemos de tratar de entender el mundo y las conclusiones que tenemos pueden cambiar con el tiempo, se pueden refinar y aun así nos permiten tomar decisiones.
En todos estos años y participando en varias plataformas ¿Cómo es el vínculo con tus audiencias?
Yo me he preocupado por establecer canales de comunicación con las audiencias, para mi es importante porque yo igualmente trato de enseñar cosas que sé y, como profesor, me tengo que enterar si ese mensaje está llegando. Desde cosas tan triviales como preguntar ¿se escucha bien el podcast? o cuánta gente lo está escuchando y por qué lo están escuchando y por qué lo dejaron de escuchar. Entonces el feedback es permanente y permanentemente estoy viendo mis métricas.
¿Qué es lo que más te motiva de crear estos contenidos?
Mi principal propósito es que las personas lo pasen bien y que inviertan media hora en escuchar un episodio del podcast o vean un video en donde explico algo, sea entretenido y les quede en la memoria porque, además, las buenas historias son los mejores vehículos de los datos. La gente se acuerda de la historia y por tanto del dato, entonces para mí contar buenas historias es fundamental. Yo soy un contrabandista de ciencia.