En el marco del proyecto de investigación Fondecyt de Iniciación (N°11200683), se está estudiando y analizando los riesgos originados por el cambio climático, enfocado en población susceptible y expuesta a estos eventos. En este caso, en una población de la región de Atacama que enfrentó los embates aluvionales de los años 2015 y 2017.
Por Lorenzo Palma – Ciencia en Chile
¿Cómo las personas enfrentan los desastres climáticos? El Dr. José Sandoval, académico de la Universidad del Biobío (UBB), buscó dar respuestas a esta pregunta a través de la realización de 324 encuestas de población expuesta y con experiencia ante aluviones de la ciudad de Copiapó. Se trató de encuestas para analizar y evaluar la capacidad que tienen las personas para afrontar, empoderarse y también conocer la percepción del impacto que tienen a los eventos de riesgo originados por temas del clima.
Los resultados de los análisis se publicaron en la revista académica Psykhe, que representan parte de los logros del proyecto Fondecyt, cuyo propósito mayor es analizar el componente adaptativo del cambio climático a escala local, incorporando elementos psicosociales como las susceptibilidades y capacidades de afrontamiento, pero también aquellas variables propias del ambiente como la exposición, frecuencia e intensidad de peligros.
Copiapó fue elegido por el desastre ocurrido entre el 24 al 26 de marzo del 2015. Como consecuencia de intensas lluvias en 17 quebradas de la región de Atacama, provocó aluviones con serias consecuencias. La cifra de damnificados superó las 28 mil personas, fueron 2000 viviendas destruidas, 5000 casas tuvieron daños menores, y 22 personas fallecieron.
Como si no fuera poco, dos años después de los aluviones, el 12 de mayo de 2017 sucedieron inundaciones por crecida del río Copiapó y Salado. En este caso los damnificados fueron más de 5000. “La exposición e impacto a estos hechos, sumado al escenario de cambio climático, hace que Copiapó sea un lugar de concentración socioespacial altamente riesgoso, en término de magnitud y frecuencia de potenciales eventos extremos”, explicó Sandoval.
El Dr. Sandoval explica que, es importante y necesario fortalecer y desarrollar las capacidades locales de afrontamiento que tienen las comunidades. También destaca que el empoderamiento se puede entender en tres grandes formas, el individual, organizacional y comunitario. Justamente estos tres puntos fueron representativos en los análisis de las encuestas realizadas en Copiapó.
Para el académico, el principal resultado práctico de la investigación fue relevar el carácter situado y territorial de las capacidades de afrontamiento, es decir, dependientes del contexto y de las dinámicas socioculturales que configuran las interacciones entre las comunidades y los “espacios en situación de riesgo”. Por tanto, la reducción integral de la vulnerabilidad y el fortalecimiento de capacidades en las agendas de reducción de riesgo de desastre (RDD), deben considerar la participación explicita de una amplia gama de partes interesadas, sean estos interventores externos, institucionalidad, pero por sobre todo las comunidades que habitan dichos territorios.
El estudio también indica que, las capacidades de enfrentar desastres climáticos se ven fortalecidas cuando existen experiencias previas de eventos extremos, conllevando no sólo una mayor percepción de potenciales escenarios de riesgo, sino también, de crecimiento postraumático colectivo. Para esto último, es clave empoderamiento personal y colectivo, explica el académico de la UBB.
Actualmente el equipo de investigación está trabajando en el diseño del levantamiento de datos en la ciudad de Chillán, el cual se centrará en las dimensiones psicosociales del comportamiento adaptativo ante el cambio climático a escala local.
Para más información del articulo revisar: http://ojs.uc.cl/index.php/psykhe/article/view/22345.