Dra. En Ciencias Agrarias de la UACh obtuvo el Premio Nacional de Innovación Avonni 2022

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Francisca Castillo,  está enfocada al desarrollo de nuevas semillas, posibilitando la generación de cultivos más resilientes al cambio climático, más amigables con el medio ambiente, más nutritivos y logrando mayores rendimientos y en ese recorrido obtuvo grandes reconocimientos, entre ellos, el Premio Avonni y Startup del año 2022 

Por Lorenzo Palma Morales, Ciencia en Chile.-La doctora Francisca Castillo; graduada del Doctorado en Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile, obtuvo el premio Avonni en la categoría “Volcanes”, que corresponde a iniciativas que tengan su origen en la región de la Araucanía, Los Lagos o Los Ríos, como representante de la zona sur del país. Este reconocimiento que busca visibilizar los casos de éxito que están creando valor mediante la innovación en distintos rubros y categorías.

“Obtener estos reconocimientos es un impulso de energía”, explica, Castillo, para continuar con crecimiento de NeoCrop Technologies, Startup que dirige y que está enfocada en mejorar los cultivos vegetales de la agricultura, para hacerlos más nutritivos, más productivos y más resilientes a los efectos del cambio climático.

Desde básica al postgrado

La actual investigadora, nació en Santiago de Chile, pero luego junto a su familia se trasladó a Curacautín, localidad de la región de La Araucanía, donde cursó hasta octavo básico. Terminada esa etapa y para continuar la enseñanza media, viajó a Valdivia, donde estudió hasta cuarto medio, pregrado y postgrado. En toda su formación de enseñanza básica, media, de pregrado y postgrado, reconoce haber sido muy dedicada, estudiosa y destacada, también haber sido cautivada por la bioquímica desde 7° básico, a tal punto de ser su única opción al momento de postular a la universidad.

Al terminar su carrera de pregrado de Bioquímica en la Universidad Austral de Chile, continúo su doctorado en la Escuela de Graduados de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias en la misma casa de estudios, pero en el área de Ciencias Agrarias, algo diferente a lo común en esa carrera profesional, explica, “cuando hice mi práctica profesional (2012) me acerqué al mundo biotecnológico agrario, y visualicé un nicho emergente en el área de la biología molecular de cultivos agrícolas, lo que me gustó por ser un área muy aplicable con impacto social, donde uno puede aportar al conocimiento para asistir el mejoramiento genético de cultivos.

El trabajar con cultivos de interés alimentario sin duda me motivó, por este previo a titularme como Bioquímica me contacté con el Dr. Daniel Calderini, destacado fisiólogo de cultivos, quien estaba dirigiendo investigaciones a nivel fisiológico y molecular realizando experimentos en condiciones reales de campo, investigaciones que tienen el objetivo de impactar y aportar a la mejora en la productividad de cultivos alimentarios”.

¿Qué destacarías del programa de Doctorado en Ciencias Agrarias?

Destaco la formación que recibí de un cuerpo docente de primer nivel, recibí una formación integral de las ciencias agrarias, conocimientos base de suelo-planta-animal; la mayoría de los cursos fueron práctico- teóricos, lo que permitió acercarme a las condiciones reales de campo desde el inicio de mi formación doctoral, algo importante, ya que mi pregrado es en bioquímica, donde el área de la agronomía no era el fuerte.

Mi tesis doctoral fue clave, la realicé con el Dr. Daniel Calderini, un científico de renombre global, que me permitió conectar y colaborar en proyectos nacionales e internacionales. Más allá de la malla curricular del programa, el acceder a cursos organizados por la Escuela de Graduados y dictados por científicos expertos y reconocidos por su trayectoria, me entregó una base sólida de conocimientos y herramientas de punta, solo por mencionar algunos: “Escritura de trabajos científicos” (Dr. Gustavo Slafer), “Los componentes de la varianza fenotípica de los cultivos: herramientas conceptuales” (Dr. Víctor Sadras), “Crop Molecular Genetics and Genomics” (Dr. Cristóbal Uauy), entre otros.

Importante también fue todo el apoyo recibido por la Escuela de Graduados y la beca de doctorado nacional CONICYT en ese entonces, ya que me dieron la oportunidad de realizar cursos de postgrado en la Universidad de Buenos Aires, Argentina, realizar una pasantía doctoral en “The University of York” y visitar el John Innes Centre, ambas instituciones ubicadas en Reino Unido, y además presentar mis avances de las investigaciones doctorales en congresos nacionales e internacionales, entre los que destacan el “19th International Sunflower Conference”, realizado en Edirne, Turquía, y el “7th International Crop Science Congress” en Beijing, China.

Aprendí lo que es hacer buena ciencia, colaborar con distintos grupos de investigación de primer nivel y poder aportar al conocimiento a través de divulgar nuestros avances en conferencias científicas, en artículos científicos publicados en revistas de alto impacto, entre otros.

¿Cómo contribuyó la formación en el programa en relación con tus proyectos e investigaciones actuales?

El programa de doctorado en Cs. Agrarias y mi carrera de Bioquímica son la base de mi formación como científica interdisciplinaria, el programa me permitió conectar con la agronomía y realizar investigación en condiciones reales de campo, aplicando herramientas de biología molecular y genética de cultivos para entender los mecanismos que determinan el rendimiento en cultivos de grano como girasol y trigo.

Adquirí una base sólida de conocimientos, herramientas científicas y tecnológicas, pero más allá de eso creo importante destacar que lo que más ha contribuido en mis proyectos e investigaciones actuales, es la oportunidad que me brindó el programa de Doctorado en Cs. Agrarias de conocer y trabajar de la mano de grandes científicos, comenzando por mi tutor del doctorado, el Dr. Calderini, el Dr. Simon McQueen Mason (Q.E.P.D.), Dra. Déborah Rondanini, Dr. Cristóbal Uauy, Dr. Javier Canales, Dra. Anita Arenas, entre otros.

El salir al extranjero y colaborar con científicos de distintas instituciones y países me entregó la visión de como avanza la ciencia y el desarrollo en el mundo, cuáles son las tendencias globales en los sistemas agroalimentarios y además darme cuenta de que en Chile se hace buena ciencia, y de que todo es posible haciendo buenas sinergias y colaborando, que podemos combinar y complementar disciplinas y ser un aporte al conocimiento, el cual hoy en conjunto al gran equipo que conforma Neocrop Technologies somos capaces de traducir para avanzar en el desarrollo de soluciones innovadoras y generar nuevas variedades vegetales mejoradas en tiempo récord.

¿Qué es lo que más te motiva con ser investigadora y fundadora de NeoCrop Technologies?

En mi camino como científica fui descubriendo que mi propósito es poder traducir el conocimiento científico y generar soluciones innovadoras que mejoren nuestra agricultura, particularmente aportando al desarrollo de nuevas variedades vegetales de cultivos más nutritivos, productivos y resilientes al cambio climático, dado los grandes desafíos globales que enfrentan los sistemas agrícolas y considerando que las semillas agrícolas son la base de nuestra alimentación. Este propósito se implantó en Neocrop Technologies y es lo que más me motiva e impulsa a trabajar con entusiasmo para lograr ser un aporte de la mano de las empresas semilleras que hoy realizan mejoramiento genético vegetal tradicional, que, si bien, ha contribuido muchísimo a lo largo de la historia, es extremadamente lento y no tenemos tiempo para responder a los tremendos desafíos en seguridad alimentaria y cambio climático. Hoy existen herramientas de vanguardia como la edición genética y tecnologías de la información que están revolucionando la agricultura, que están cambiando la manera de producir alimentos, fue así como considero que junto a los socios fundadores de Neocrop tuvimos la visión y nos dimos cuenta hacia donde se está moviendo el mundo, ya que recién ahora se están lanzando a mercado los primeros cultivos “editados” genéticamente. La red de contacto que desarrollé siendo investigadora formada en la UACh y que continúo cultivando y creciendo, es un tremendo impulso también para colaborar, hacer sinergias y abrir puertas y poder materializar todas las ideas y proyectos que tenemos en Neocrop Technologies.