“Claramente estamos en una crisis del sistema político, que está muy desgastado”
Desde su análisis sobre la crisis institucional del Chile actual, a las conclusiones de sus investigaciones sobre la organización política en América Latina y nuestro país, algunas de los tópicos examinados en esta nota por el académico Juan Carlos Arellano.
Por Valentina Luza Carrión / Ciencia en Chile.- Juan Carlos Arellano, actual Profesor asociado del Departamento Sociología, Ciencia Política y Administración Pública, hoy también oficia como director del mismo departamento, con una sólida formación en Historia y Ciencia Política. El académico nos cuenta sobre proyectos actuales, que apuntan a un análisis de la institucionalidad en Chile y su visión de la actualidad política en nuestro país.
Uno de los proyectos FONDECYT que posee actualmente desde el año pasado hasta el 2026, tiene que ver con una investigación sobre las transformaciones del Ministerio en Chile, para comprender el porqué del cambio institucional, es decir, donde nacen, mueren y se transforman instituciones.
Análisis institucional
En este proyecto, su principal variable son las ideas, “intento explicar cómo la idea incide en el cambio institucional, por lo general son elementos abstractos, difíciles de medir y por tanto, difíciles de establecer su impacto, pero ya se han construido ciertas metodologías que permiten reconocerlas como variables dentro del cambio institucional” señaló.
Arellano señala que piensa enfocarse principalmente en conocer qué ministerios han cambiado o cuáles se han mantenido en el tiempo. El objetivo es comprender las lógicas del cambio gradual, o sea transformaciones en base a reformas por capas, más que cambios bruscos o disruptivos, que son aquellos a los que estamos acostumbrados a prestar atención.
Por otro lado, el conocer los fenómenos que han ocurrido en la Cámara Alta, ha sido otro de los cuestionamientos del académico, que lo llevó a ser parte de un proyecto FONDECYT de investigación junto a Sergio Toro y Alejandro Olivares, ambos de la Universidad Mayor.
Investigación de sistemas bicamerales
Este estudio aborda aproximadamente dos siglos y en él han podido apreciar que el sistema bicameral tiende a permanecer más que el unicameral, es decir, gran parte América Latina optó por sistemas bicamerales y lo han mantenido a lo largo del tiempo.
Arellano señala que junto a sus colegas, pretenden elaborar un paper relacionado a sistemas bicamerales, para ello lograron construir una base de datos que les permite observar los comportamientos de estos sistemas en América Latina desde 1800 en adelante, para observar y explicar el porqué de la sobrevivencia de algunos y el fin de otros, teniendo en cuenta por supuesto, el contexto, ya que según indicó “en contextos democráticos, cambiar el sistema bicameral o unicameral es mucho más complejo que en dictadura”.
Esta dificultad responde a que el sistema bicameral o unicameral es más complejo de cambiar dado los intereses de los actores en juego en democracia, lo que los hace ser más conservadores respecto a la estructura institucional, “hay una resistencia natural de los actores porque cualquier movimiento puede cambiar los equilibrios de poder existentes”. A diferencia de las dictaduras donde hay un contexto donde el número de actores de veto se reduce al mínimo.
Cambios graduales
“América Latina en general se ha caracterizado por cambios disruptivos, somos uno de los continentes que más cambios constitucionales ha tenido” menciona Arellano, destacando que esta idea de hacer nuevas constituciones siempre ha existido.
“Para mí han son interesantes los cambios graduales porque creo que son las formas que tienen los sistemas políticos en general, de absorber las nuevas problemáticas que emergen en la sociedad sin violencia y quiebres institucionales, para mí son síntomas de que la institución se está moviendo, que tiene vida, y que no es algo rígido, sino que va mutando en función de los nuevos contextos” en ello, ejemplifica lo ocurrido con el Ministerio de Bienestar Social que se creó en 1927, que luego derivó en el Ministerio de Salud Pública y Previsión Social, más tarde previsión social pasará al Ministerio del Trabajo y Previsión Social en 1959, es decir, hay un nuevo diagnóstico, una nueva forma de entender los problemas.
“Estos cambios graduales de alguna manera creo que son un buen síntoma en el sistema político, es entender que hay un fenómeno de absorción o aprendizaje en términos institucionales de las problemáticas y esos cambios responden a entendimientos y definiciones de la naturaleza de los problemas que se están creando”. En ello el investigador menciona que su principal interés es identificar por qué un tomador de decisiones opta por un camino u otro, teniendo en cuenta todo el cambio que hay detrás para llegar a tomar una decisión.
La metodología que están utilizando es, por un lado, analizar las discusiones de la Cámara del Senado y de la Cámara de Diputados a partir de software, y por otro lado, recoger discursos de los gremios, la academia, y la movilización social, para hacer un test de co-variación entre ideas y cambio institucional.
Crisis institucional y de confianza
“Claramente estamos en crisis, estamos en una crisis del sistema político que está muy desgastado” comenzó señalando Arellano, al referirse a la actualidad chilena, ahora bien, el académico menciona que es un proceso de mutación que se viene dando hace tiempo, aproximadamente desde el 2006 con las movilizaciones estudiantiles.
Aquí el investigador explica que los cambios en términos políticos-institucionales son más lentos que el desarrollo económico, ya que los procesos de modernización económica implican mayor nivel de movilización y un horizonte con expectativas más amplio, entonces se construye una sociedad más demandante con nuevos problemas emergentes producto del desarrollo económico y las instituciones políticas no son capaces de ajustarse a estos cambios.
“Cuando esto sucede tienes problemas de incremento de la violencia, las sociedades tradicionales que tienen niveles de modernización bajísimos, son menos violentas, el problema son las sociedades en tránsito y nosotros somos una de ellas”, señalando todo aquello como parte de la crisis de las instituciones y la confianza en ellas.
Reestructuración del Chile actual
En relación con el proceso post plebiscito en la actualidad nacional, el investigador indicó “siempre tiendo a ser más escéptico más sospechoso de las cosas, nunca la abrazo con tanta alegría, la clase política, sabe que se está jugando mucho en esto y por tanto fue muy conservadora para construir un acuerdo que tuviera el menos riesgo posible, me parece un acuerdo sensato, un acuerdo frágil hasta que no se termine completamente”.
En ello, señala que la importancia es dejar a los actores implicados medianamente satisfechos para poder lograr un consenso, los momentos de mayor desarrollo y tranquilidad democrática en Chile fueron cuando los diferentes grupos políticos -independiente de la fórmula constitucional que había- estuvieron de acuerdo, lo que se vivió en el período autoritario desde el 33 hasta el 70.
“Creo que le podría ir bien al país en un ciclo más si llega a un acuerdo constitucional que logre un apoyo transversal de la fuerzas políticas, y después con el tiempo tendrán que volver a cambiar y a recomponerse las cosas eventualmente, solo espero que dichos cambios solo se realicen de la forma de cambio gradual que es la que hace menos daño, obviamente muchas de las cosas requeridas para llegar a un consenso no necesariamente dependen o son responsabilidad exclusiva de un gobierno puntual, dependen de un conjunto de factores institucionales y de capacidades agenciales para que una clase política logre llegar a un acuerdo”. finalizó Arellano.
Magíster de Gobierno y Asuntos Públicos
El Magíster de Gobierno y Asuntos Públicos en la Universidad Católica de Temuco, del cual es parte el investigador, es un magíster que cuenta con un cuerpo académico especialista en las diferentes líneas de investigación que declaran, en Institución y Procesos, en Políticas Públicas y en Metodologías de Investigación, tanto en el ámbito académico como en el desarrollo de proyectos.
“Creo que no hay una oferta que se le asemeje en términos de la líneas de investigación, hay algunos magísteres que atienden demasiado el ámbito de la gestión y otros que son más academicistas, yo creo que aquí tenemos una buena mixtura, además el perfil de nuestros estudiantes son gente que viene del ámbito público, por tanto, se junta un grupo humano muy interesante de mutuo aprendizaje”.
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