Científicos de la Universidad Católica del Maule se encuentran en la Antártida investigando posibles alternativas naturales a aditivos alimentarios

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Un equipo liderado por la Dra. Aparna Banerjee, investigadora y directora del proyecto, se encuentra en sus primeros días de muestreos en la Isla Decepción, en la Antártida. El objetivo es conseguir muestras que aporten a la opción del uso de polisacáridos bioactivos como aditivos alimentarios prospectivos. 

Por Valentina Luza Carrión / Ciencia en Chile.-Desde el 21 de diciembre hasta el 13 de enero, el grupo de investigadores de la Universidad Católica del Maule se encuentra en la isla Decepción, en la Antártida, recogiendo muestras de los respiraderos geotérmicos que allí se encuentran.

En ese lugar, según indica la bitácora preliminar de lo que han sido los días de recolección, existen seis sitios que serán inspeccionados a profundidad: “Tenemos que basarnos en la información meteorológica diaria y las fumarolas son en su mayoría intermareales”, detalla la Dra. Aparna Banerjee.

El objetivo del proyecto es estudiar los polisacáridos bioactivos de las bacterias extremófilas como posibles aditivos alimentarios, y en el proceso, investigar la producción de polisacáridos bioactivos por las bacterias poliextremofílicas de las fumarolas.

Actualmente, se encuentran hospedados en la Base Española Gabriel de Castilla, el Dr. Alexis Castillo, Dr. Aparna Banerjee, Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Maule (CIEAM), Universidad Católica del Maule, quienes guían a los profesionales a cargo.

Se trataría de la primera campaña y trabajo en tierra que realizan, acompañados también con un equipo internacional; el Dr. André Antunes: State Key Laboratory of Lunar and Planetary Sciences, Macau University, of Science and Technology (MUST), Macau SAR, China, Dr. Rajesh Sani: Escuela de Minas y Tecnología de Dakota del Sur, Estados Unidos, Dr. Víctor Parro: Centro de Astrobiología (CSIC-INTA), Madrid, España.

Una recolección detallada y un gran desafío

Aún quedan días de campaña, y según relatan, ha sido un desafío constante que, como equipo, han logrado llevar a cabo. Con caminatas largas, temperaturas extremas y cambios constantes del ambiente. Trabajar en la Antártida no es una tarea fácil. 

¿Y cuál es la metodología que están utilizando? Según Aparna, se trataría específicamente de optimización estadística, la caracterización estructural y morfológica de los polisacáridos, y enfoque de secuenciación con el fin de dilucidar los polisacáridos como aditivos alimentarios prospectivos.

¿Y qué tipo de muestras son de interés para ello? Principalmente, agua y sedimentos, con el propósito de analizar la geoquímica acuática/sedimentaria y la variabilidad espacial ambiental con la mayor precisión posible.

En ese sentido, se realizó un muestreo para metagenómica, metatranscriptómica y análisis de la comunidad microbiana y posterior aislamiento de bacterias poliextremofílicas cultivables productoras de polisacáridos.

La Dra. Aparna Banerjee, del Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Maule (CIEAM), Universidad Católica del Maule, explica que hasta el momento, como equipo se encuentran contentos con lo que ha sido el muestreo.

“Nos esperan muchos más estudios a medida que vayamos llegando al continente.  El medio ambiente es extremo en la Antártida, como todos sabemos; ventoso, frío, nublado, lluvioso y a veces nevado… También necesitamos el apoyo logístico del personal militar español para viajar dentro de la isla; y a menudo largas caminatas.  Sin embargo, como equipo estamos adquiriendo experiencia.  Y estamos agradecidos a la UCM, al INACH y a la Base española Gabriel de Castilla por todo el apoyo», expresa la científica.

Al respecto, el Dr. Alexis Castillo comenta que el medio ambiente de la Isla Decepción siempre impone sus reglas: “debemos adaptarnos diariamente para poder enfrentar cada muestra con éxito, aunque a veces no sea posible trabajar en terreno. El apoyo que hemos recibido de la Base Española ha sido fundamental para avanzar con esta campaña de campo, ¡nos sentimos como en casa!”.

En los cinco días que quedan, los investigadores seguirán su misión con el objetivo de analizar y recolectar la mayor cantidad de muestras posibles.