Científicos crean mapa que reúne el impacto de las últimas lluvias en la Región Metropolitana

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La pérdida de la capacidad natural de infiltración del suelo y la ausencia de un sistema eficiente de evacuación de aguas lluvias, también son causas co-ayudantes a incrementar el impacto de la última esta tormenta, clasificada como menor.

La lluvia del pasado 29 de junio, rompió con la tendencia de sequía extrema que mostraba la Región Metropolitana desde hace 12 años. Un grupo de investigadores del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastre, CIGIDEN, realizó un análisis de datos de los impactos del fenómenos meteorológico ocurrido el pasado fin de semana, los días 28 y 29 de junio. Y que se podría volver a repetir.

El análisis e interpretación de datos realizado por los académicos e investigadores José Saldías (CIGIDEN) y Jorge Gironas (académico UC y CIGIDEN), más la compilación de  información del subdirector de CIGIDEN Gabriel González y el investigador Felipe Aron, del mismo centro científico, permitió a los investigadores CIGIDEN Francisca Roldán, Erik Jensen, crear un mapa que reúne todos los impactos en la infraestructura causados por las últimas lluvias, es decir, múltiples focos de anegamientos, fallas e interrupciones en caminos de numerosas comunas de Santiago, caída de rocas y desborde de canales.

De acuerdo al geólogo y académico de la UCN, Gabriel González, todo hacía pensar de que se trataba de una tormenta severa, sin embargo, “el análisis de datos revela que la lluvia no fue una tormenta severa, sino que una precipitación acumulada en Quinta Normal (según registro de la DMC) de 36.3 mm –36 litros por metro cuadrado–, con intensidad alta de 7 mm en 1 hora y una intensidad menor 2 mm en 15 horas e indica que la tormenta se asemeja a una lluvia de periodo de retorno de entre 5 y 2 años”.