En las últimas dos décadas, el volumen y el impacto de la investigación oceanográfica realizada en Chile han aumentado considerablemente. Un papel esencial en dicho crecimiento ha tenido el Centro de Investigación Oceanográfica en el Pacífico Sur Oriental, COPAS, de la Universidad de Concepción, el cual, desde la Región del Biobío, ha realizado investigación de alto nivel iniciando con la exploración de la zona centro y sur de nuestro país para, actualmente, continuar una nueva etapa concentrada en el océano costero a lo largo de todo Chile.

En este contexto es que el día 29 de noviembre a las 11:00 horas en la sede UdeC Santiago, se llevará a cabo una importante ceremonia con el objetivo de dar a conocer algunos de los hitos desarrollados a través de la historia reciente del centro y también entregar los futuros desafíos que COPAS ha tomado con miras a acelerar el desarrollo de la sustentabilidad y comprender en profundidad el efecto del cambio global sobre el océano. La actividad contará con las palabras de la ministra de medio ambiente Maisa Rojas, la subsecretaria de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación Carolina Gainza, el rector de la Universidad de Concepción, Carlos Saavedra; representantes de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID, y autoridades del Departamento de Oceanografía y la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas de la UdeC, entre otros.

En la ceremonia Entrega al País de Hitos y Desafíos del Centro COPAS se distribuirá un libro que da cuenta de los últimos 14 años de COPAS como centro Basal y de los desafíos de la nueva etapa que comienza como COPAS Coastal.

Se marca, además, el inicio del más reciente ciclo de financiamiento adjudicado en 2021 y que trae importantes innovaciones en el funcionamiento y cosmovisión del centro.

“COPAS es una institución dentro de las ciencias del mar chilenas. Ha formado a gran parte de los científicos que hoy llevan el quehacer nacional y que están trabajando por el mar chileno actualmente. Como miembros de este equipo estamos felices de iniciar un nuevo ciclo de 5+5 años. Hemos hecho un recuento de nuestra historia y hemos visto la madurez que hemos adquirido. Estamos listos para nuevos desafíos y tenemos ya puestas las bases de lo que serán nuestros puntos prioritarios y lo que esperamos lograr en este primer periodo”, señala la directora del centro, Dra. Camila Fernández.

“En los próximos meses instauraremos programas de monitoreo en la Región del Biobío incluyendo la automatización de la icónica estación 18 frente a Concepción, Chañaral de Aceituno en el norte y la Región de Aysén en Patagonia, habremos aumentado significativamente la red de observación y acústica oceánica, iniciaremos un diplomado en cambio climático e innovaremos en el área de los microbiosensores de toxinas marinas y la optimización del manejo portuario a través de la investigación oceanográfica, el desarrollo de capacidades interdisciplinarias y la transferencia de tecnología y conocimiento a los sectores público y privado”, comenta la Dra. Fernández al ser consultada por las próximas acciones que aportarán al país y la ciencia oceanográfica.

Un poco de historia

La aventura COPAS inicia el año 2002 como Centro FONDAP (2002-2012), con sede en la UdeC, dedicándose por 10 años a la investigación científica de la circulación, ecología, ciclos biogeoquímicos y paleoceanografía del Pacífico Sur-Oriental.

En 2012, evoluciona a COPAS Sur-Austral (2008-2022) pasando del programa de financiamiento FONDAP al BASAL para establecer un centro de excelencia en oceanografía y transferencia de conocimientos en la Patagonia chilena.

Remontándonos a los primeros años del centro y como relata la Dra. Carina Lange, quien fue directora de COPAS del FONDAP entre 2004 a 2011, tuvo muchos desafíos estar a la cabeza de un centro de investigación en áreas prioritarias como lo era COPAS en aquel momento. Uno de los hitos fue comenzar una de las series de tiempo más largas y completas del océano Pacífico sur oriental de aquel entonces, ubicada específicamente en la plataforma continental de Chile central, hablamos de la Estación 18. Gracias a ese esfuerzo se entregó información respecto a distintas escalas de variabilidad y procesos costeros, lo que quedó plasmado en muchas publicaciones científicas de alto impacto. “Esta estación generó datos continuos por más de 10 años para esta zona. Otro avance fueron las publicaciones, logramos muchos papers publicados, varios volúmenes especiales en revistas internacionales destacadas. A esto se sumó el desafío de formar un equipo técnico, instruir gente joven que quiso seguir la veta técnica, ya sea en laboratorio como en los embarques y en terreno; además de la formación de estudiantes que logramos y que continuamos realizando”, comenta la Dra. Lange.

“Y es que, en ese entonces, el centro Copas fue el primero en ofrecer una plataforma constante por 10 años en la cual se tuvieron proyectos adicionales utilizando sus plataformas, algo que no existía en ese momento, al menos en oceanografía”, complementa la investigadora.

La formación humana ha sido un hito enorme dentro del centro COPAS. “Hemos hecho las cosas bien, son 20 años con una dedicación constante de todos los colegas que conformaron y conforman actualmente el centro, desde administrativos, científicos y técnicos. Mis tiempos como directora fueron un gran desafío y aprendizaje, estoy muy contenta por lo que hemos logrado”, finaliza la también profesora titular del Departamento de Oceanografía de la UdeC.

A lo largo de los años, el centro ha consolidado una plataforma de equipamiento e infraestructura para realizar oceanografía en zonas extremas contando con un laboratorio en Tortel y una embarcación (la Sur-Austral) y ha desarrollado herramientas educativas a través de su plan de divulgación, generando destacadas instancias de acercamiento de la ciencias del mar a la comunidad, incluyendo a profesores de Chile, quienes se han capacitado sobre cambio climático y el rol del océano a través de la iniciativa S.O.S Océano (Summer Oceanographic School), así como también “Embajadores Marinos” actividad que conecta a escolares de Concepción y Tortel, quienes viajan de una localidad a otra para conocer distintos espacios y realidades, siempre ligado al papel que el océano juega en sus vidas.

A esto se suma la formación de capital humano de pregrado y postgrado y colaboraciones internacionales que permiten a los estudiantes desarrollarse también en el extranjero. Conformado por investigadores e investigadoras nacionales y extranjeros, ahora COPAS cuenta con un tercer ciclo de financiamiento, adoptando el nombre de COPAS COASTAL, teniendo a la cabeza a la Dra. Camila Fernández.

Un punto importante que mencionar es el rol y la relevancia que tiene la transferencia de los datos y tecnología para el éxito de COPAS. “La capacidad de transmitir y traducir conocimiento científico hacia la sociedad y plasmarlo en soluciones y productos de innovación y desarrollo, así como también de cultura y educación oceánica, son parte integral de la esencia de COPAS”, señala la Dra. Fernández.

Como complementa el Dr. Silvio Pantoja, quien ha dirigido COPAS Sur Austral entre los años 2013 y 2022, “como COPAS, uno de nuestros objetivos desde sus inicios fue la transferencia de conocimiento, pero con la idea de lograr hacerlo en tiempos más acotados, de manera más “rápida” para responder a las necesidades existentes. Iniciamos estudiando la Patagonia y logramos, a través de un análisis comprensivo de años, generar una base robusta de conocimientos para entender temáticas de las que nadie solía hablar, como, por ejemplo, los efectos del agua dulce sobre el ambiente terrestre y cuando logramos entender cómo funciona éste y otros temas, nos acercamos a distintas entidades para transferir esta información. Nos asociamos, por ejemplo, a instituciones como el IFOP, a la Subsecretaría de Pesca, siendo parte de las mesas de trabajo y conversaciones que luego derivan en la toma de decisiones, para que éstas se hagan con evidencia científica. De ahora en adelante, tenemos grandes desafíos al estudiar la diversa costa chilena, pero lo hacemos desde una base sólida y con gran aprendizaje recopilado a través de los años. Ahora tenemos mayor multidisciplinariedad y capacidades de transferencia, lo que habla de una mayor madurez en COPAS”, finaliza el investigador.

El largo camino de preparar la transferencia efectiva, desarrollar oceanografía aplicable a procesos productivos ha sido un proceso de maduración de equipos técnicos y científicos, de sintonía con la realidad del país y de priorización de problemáticas de interés nacional y global.

De forma importante, COPAS Coastal integrará ahora nuevas disciplinas en la ingeniería, climatología, meteorología y genómica y apuesta por una unidad enteramente dedicada a la transferencia y la oceanografía operacional. La Unidad MOTOR (MOdelación, Tecnología, Outreach y tRansferencia) es un innovador plan de transferencia de conocimiento en temas emergentes, servicios y políticas públicas y nuevas tecnologías con el objetivo de entregar los conocimientos al servicio público, privado y tomadores de decisiones. Dirigido por Sandra Espinoza, quien se ha unido a COPAS desde la ingeniería para potenciar los ejes de transferencia marina, MOTOR concentra los talentos y capacidades del personal junto con la información generada por estudios de primer nivel.

Para afrontar estos retos, el centro es apoyado por instituciones asociadas: el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), el Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), el Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) y el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA).

Es así como en esta nueva etapa de cinco años, COPAS pasa a ser COPAS COASTAL, ampliando su ámbito geográfico a lo largo del océano costero de Chile, manteniendo su enfoque en los componentes físicos, químicos, geológicos, biológicos y sociales que alberga.

El Centro COPAS Coastal renovará su compromiso con el país y con su labor en el desarrollo de las ciencias del mar en Chile, aportando a la toma de decisiones con evidencia científica, para así contribuir a la capacidad del país para enfrentar las modificaciones climáticas y antropogénicas presentes y futuras.